04 mayo 2006

Avisa cuando llegues

Me sorprende. No puedo evitarlo. Estuve dos años fuera de casa. Me trasladaba por toda Sevilla(vale, por toda Sevilla no, las 3000 las dejé para otra visita) y por la mucho más pequeña Castellón en bici. Bici de día, de noche, de madrugada. Y resulta que, ahora, cuando vivo en el piso de arriba, es cuando mi madre se desvela. Supongo que porque todo lo demás le quedaba demasiado lejos y exigirme que le diera toques a las 3 de la mañana cuando salía de trabajar del Blockbuster de Castellón iba a sonar raro. Y que le diera otro al llegar, más raro todavía.
En parte la comprendo, el año pasado tuvo una fiesta de trabajo y dijo que llegaría sobre las 20. Apareció a las 3 de la mañana, con una hija histérica esperándola en la puerta y un desfile de sms de llamadas perdidas cortesía de Movistar. Y si eso es preocuparse por tu madre, que te saca 26 años y bastante madurez, qué será preocuparse por un hijo.
Pero es que cada vez que la oigo que se queda esperando en el piso de abajo, esperando a que abra y cierre mi puerta para cerrar la suya... Casi me pienso lo de darle un toque al subir esos quince escalones que separan dos rellanos tan cercanos, porque al fin y al cabo, ganaría dos minutos de cama.

3 comentarios:

terminus dijo...

Jejeje, te entiendo. Toda la vida viviendo fuera del pueblo, desde pequeñito. Y ahora que vivo en el (en la otra punta) cada vez que me alejo aunque sólo sean un par de cientos de kilómetros me toca llamar por telefono, sino llama ella. Aunque siempre me sorprende, el lunes me tocó llamar a mi y resulta que estaba en Mallorca. Ya se sabe, te tal palo...
Llama cinco minutos antes de llegar a casa y cuando te pregunte ¿Dónde andas? quedarás de miedo cuando digas que casi en la puerta.

Un Besooo

Edu

Achab dijo...

Es que en las escaleras habitan marcianitos monstruosos sedientos de sangre, es bien sabido.

Anónimo dijo...

Eso también me pasaba cuando era estudiante y mucho más cuando me eché novia. Celitos, supongo.

Entonces idee la broma perfecta, que nunca llevé a cabo. Imagina, las 3 de la mañana, llamas a tu casa y dices, "mamá, no me ha pasado nada". ¡Convéncela entonces de que efectivamente no te ha pasado nada! juasjuas.

No, al final tampoco le vi la puta gracia, pero lo mismo se le quitaban las ganas de seguir despierta...