Eme ya es mayor

Mi chiquitina, mi bebita, mi perrita querida(tengo 27 años y no tengo hijos, por algún lado tiene que salir el instinto maternal, qué queréis) ha empezado a manchar el suelo. Bueno, suele hacerlo a menudo cuando destroza bolsas, folletos y demás, pero esta vez se trata de sangre. La verdad es que ya estaba tardando mucho, Venus, la perra de nuestra vecina Laura, tiene un mes menos y ya hacía 3 meses que lo había pasado. Eme ha tardado un poco más, ahora tiene 10 meses y creemos que la presencia de Coco y la testosterona que también suelta mi novio le han retrasado el celo. Las mayores diferencias que encuentro en la perra en estos momentos son:
- Va con el salvaslip el día entero en casa. La única braguita que encontré para perras durante el puente, fue una especie de tanga de leopardo que hace que te partas de la risa cada vez que se cruza en nuestro camino.
- Tiene las tetitas creciditas, antes no se le notaban nada de nada.
- Parece que tengo dos machos de lo grande que se le ha puesto la vulva.
- Ahora el perro es quien la sigue a ella. Antes siempre era al revés.
- Para los perros la sangre del celo debe de ser mejor que la mermelada de fresa, porque entre los dos meten unos lametazos a la zona que no veas.

Lo que no he notado es cambio alguno en el carácter. Dicen que se vuelven más mimosas y pendientes de ti, pero supongo que a mi propia versión de Mimosín le resulta imposible ser AÚN más cariñosa.