25 octubre 2006

La importancia de llamarte como te llamas

El que tu madre te encasquete un nombre guanche de hotel porque en el año 75 les diese por hacer una luna de miel con un año de retraso por las Canarias tiene guasa. Cuando en el 86 te mudas a Tenerife y descubres que la gente tiene menos problemas con tu nombre tiene su gracia. Pero cuando en una fiesta un chico te pregunta el nombre y respondes sin pensar ni dudar que te llamas "David" queda para siempre como una divertida anécdota, por lo inolvidable de la cara de susto del chaval. Y no es no haya pensado en cambiarme el nombre (incluso he pensado en añadir uno para cuando vaya a las tierras del norte) pero jamás he pensado en variar mi género. Y David, al que sólo hay que cambiar dos letras para convertirlo en mi denominación propia, no ha entrado en la lista de nombres elegidos para que la gente peninsular no me llame "eh, tú".

5 comentarios:

Achab dijo...

Como peninsular reclamo el derecho a llamarte "Dátil" o lo que más parecido me suene en el momento concreto.

terminus dijo...

No te quejes. A mi cuando digo mi nombre completo no falta quien diga: Como el cantante. Y no, no soy Aute, tengo mi propio apellido (que no es el mío pero eso es una larga historia)

Besoo

Edu

Anónimo dijo...

¿Dácil?

Aristóteles dijo...

Ya. Algunos soportamos eso... Tu misma pensabas que mi nombre no era mi nombre... :-)

Cattz dijo...

- Achab, si quieres yo empiezo con el "Jesusito de mi vida" como justo retorno :)
- Edu, ya sé que podía ser peor, pero pocos entienden mi nombre en la península a la primera. Con mucha mala leche me podían haber puesto Agapita como a mi abuelo y ya sí que me da un algo.
- Madmax, síp.
- Aris, es que tu nombre no está muy de moda... ¿has pensado en viajar a Grecia para ver si es más común?