13 septiembre 2006

Perspectiva

Hace unos cuantos días le comentaba a mi novio que no estaba segura de querer a la perra. Es una monada, es suave, es graciosa cuando le da la gana y no es mala. Por otro aldo hace más ruidos que un gremlin, mea y caga por todas partes, muerde todo lo que pilla y tiene a Coco acribillado a mordiscos y topetazos para que juegue con ella. Sé que quiero al perro, le conozco desde que era cachorro, me tragué su educación, su infancia, son meses y años de convivencia, con el dueño es parecido y con mi gato... le tuve que cuidar durante los primeros meses porque llegó casi muerto y eso une mucho.
La perra llegó monísima, parece un peluche, pero no la conozcía, sólo lleva algunas semanas. Curiosamente hoy sé que ya la quiero, porque hoy la ha atacado otro perro y mi reacción no ha sido patear al otro perro, o intentar devolverle el dolor que le ha provocado a la gorda. Mi reacción ha sido cogerla en brazos, consolarla y besarla hasta que ha parado de gritar angustiada, de llorar y de temblar. He revisado cada centímetro de mi orondo can a través de su mata de pelo y no he pensado en revancha, sino en la suerte de que ella está bien y casi todo ha sido el susto.
Tengo que reconocer que luego también he pensado en que a lo mejor le sirve para reflexionar sobre morderlo todo, pero no me hago ilusiones, no tiene ni 3 meses.

3 comentarios:

Wardog dijo...

Si es que se les coge un cariño a las bolas peludas... quédatela, mujer, quédatela. ¿Qué es lo peor que te pueda pasar? ¿Que se coma las fundas de los sofás?¿Que mastique todos tus zapatos?
Minucias.
Mira, Trufo quería que me quedase en casa la primera vez que dormí allí. Así que se merendó mis dos calcetines. Pero no ha vuelto después de regañarle. La cuestión es educarlos con paciencia, ¿no?
Instinto de protección :) Cuando tengas un hijo ya verás, ya...

Fernando* dijo...

Claro que si, se les coge mucho cariño por muchas cosas que hagan, son como los bebes, que no paran de mear, cagar, babear, llorar, pero los adoramos, no es asi?

con los gatos lo mismo, por mucho que arañen, rompan figuritas de porcelana, se coman las plantas, te llenen la casa de pelos que te causan alergia, se pongan a maullar en mitad de la noche, te quiten el sitio en la cama, en fin, que son adorables, aiiiins

Anónimo dijo...

Yo no tengo animales en casa. Hay dos motivos para eso. que un animal te sujeta mucho y sobre todo porque hace unos años tuve un hamster y le cojí tanto cariño que cuando se murió pasé unos días malillos. desde ese día sé que no quiero tener animales, pq da igual q hagan sus cositas por ahí, q te revuelvan la casa, q le peguen bocaos a los sofás. todo eso da igual: al final les quieres, es imposible no cojerles cariño