...y nunca me atrevo.
Llevo siete años encontrando tu silueta en la calle y siempre miras hacia otro lado con cara de desprecio. A mí me da pena que todo haya acabado así, después de tanto tiempo y tantos sueños que ocupaste, pero tampoco sé cómo cambiarlo. Me da miedo acercarme a ti y decirte que ya ha pasado mucho tiempo para que sigas enfadado, que deberías saber que lo que pasó fue culpa de los dos y yo no soy tu enemiga.
¿Qué pasó con todo ese amor, con todo ese cariño? Tanto tiempo esperando que amargaste tu dulce caracter de cuando teníamos 13 años, tanto tiempo esperando para que al final ¿me odies? ¿Te das cuenta de que tienes 26 años y no eres un niño? ¿Te das cuenta de lo que supone para mí esa barrera?
Supongo que por eso lo haces, para que yo sufra como lo haces tú.
18 noviembre 2005
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