Qué raro es el dolor

Muchas veces en la vida las mujeres hablamos entre nosotras y comentamos lo increiblemente quejicas que resultan esos extraños seres de cromosomas XY. Sí, es cierto, se llevan un montón de golpes en sus partes "nobles"(nobles lo que quieran, pero parecen kiwis) durante toda su vida y aullan de dolor cada vez, pero cuando uno me dice que no puedo ni imaginarlo, me pregunto si alguna vez él también piensa que Alien es una metáfora sobre el dolor menstrual. Y no es que me queje de ese dolor, al fin y al cabo es lo más cerca que he estado de desmayarme alguna vez, pero que alguien parezca divertirse jugando a amasar tus entrañas no es precisamente entretenido. Afortunadamente no todas las mujeres lo padecen, yo no lo padezco todos los meses(es como jugar a la lotería y saber que toca tortura una vez al año, pero no sabes cuándo) y, al contrario de la creencia popular, una mujer con esos dolores pocas veces podrá tener mal genio. Más que nada porque llorar y resoplar quita demasiado tiempo.

Hace 4 años y medio me caí de la bici en Sevilla. Entre que yo soy torpe y que el chófer de la guagua de TUSSAM parecía querer pasar por encima mía, me desvié, me choqué con un bordillo, me paré con las manos y me hice daño. Fue al lado del Hospital Vírgen del Rocío, a dos calles de donde vivía(por si queréis buscarlo, Calle Bami). Mi rección ante el dolor fue "vaya, otra vez me he hecho daño, ya se me pasara" y cogí mi bici y su abollada rueda y me fui derechita al barrio de Los Remedios. Una vez allí me volví a autoinvitar a comer en casa de un amigo, vi "Todo sobre mi madre" con su padre, jugué con el perro y decidí ir a la Escuela (uhhh, sí, a veces la pisaba y todo) para lo que volví a coger la bici rumbo a Reina Mercedes. Fue entonces cuando descubrí que manejar un ordenador es un poco complicado si sólo tienes un brazo, ya que el otro me dolía cuando lo estiraba. Como aquello no se me iba y el camino a casita era complicado sin los dos brazos(mucho escalón por allí, y soy de las que se baja de la bici, la sube al bordillo y se vuelve a montar) la deje en el campus y me fui al hospital... nueve horas después de caerme.
Al final me enyesaron el brazo porque me había roto un hueso, pero es que no me dolía tanto como para que se me hubiese roto algo. Si se hubiese salido un poquito el hueso por la piel, pues seguramente habría ido antes al médico. De todas formas creo que batí un record, ya que rompí 3 escayolas por el sitio donde tenía que tener el codo inmovilizado. Es sencillo si sigues haciendote la comida tú sola, fregando el baño, limpiando el salón, barriendo, quitando el polvo... Hasta cociné para amigos con la cosa aquella.

Dejo mapa cutre hecho con el paint para que se me entienda XD


Como resumen diré que cuando te acostumbras a golpearte tanto como me he acostumbrado yo, las cosas dejan de dolerte como a la mayoría.