30 enero 2006

A veces, donde menos te lo esperas ves cosas que te hacen sonreir sin poder evitarlo. Hoy me ha pasado en la cola de espera para la extracción de sangre.
Me habían citado a las 8:20, a las 9:00 apareció por alli una madre con una bebita, y se dedicó a decirle tonterías para que se riera. Lo que me hizo sonreir no fue la risa de bebé, ese gorjeo hipnótico que tanto me gusta, a pesar de lo nerviosa que me pone oir llorar a un infante, fue ver la cara de pánfilo que se le quedaba al orangután de casi 2 metros y 180 kg de peso, cejijunto y desagradable que se había pasado los últimos 30 minutos gruñendo por el tiempo de espera, esa cara de ternura que no creía posible en ese "ser humano". Cómo le cambió la expresión, la sonrisa tonta que se le quedó en la cara al oir a la pequeña me alegró el día. Porque a veces son cosas pequeñas las que nos hacen sonreir mucho más que cualquier otra.

10 comentarios:

Guillermo dijo...

La risa de un bebe le alegra el día a más de uno. Ya he visto a mas de un orangután ablandarse por ese motivo.

Cuanto más pequeños e insignificantes son los detalles que pueden cambiarnos la percepción de un mal día más grande es la sonrisa que nos sacan.

Anónimo dijo...

Cuanta razón llevas, ya podiamos el resto del mundo darnos cuenta de esas pequeñas cosas!!!

dark dijo...

El cielo está en los detalles.

Hace mucho que no te veo por el IRC, ¡ me tienes abandonao !

terminus dijo...

Hay pequeños detalles que se hacen grandes, y tu de eso sabes bastante. ¿Verdad?

Un Beso

Edu

papa pan dijo...

Pues hoy a mí, que soy como un oso, un niño que estaba llorando se me ha acercado, lo he cogido, se me ha abrazado y se ha quedado dormido. Ellos suelen percibir lo que no es evidente, y a nosotros las evidencias suelen engañarnos.

sucubo dijo...

y es que al fin y al cabo todos tenemos un niño dentro verdad?

reve dijo...

a mamireve se le cae la baba con estas cosas... ay, jo, yo quiero uno!!

Wardog dijo...

A mi ver un bicho de esos que describes cogiendo a una criatura de las que se rien y hacen cacota todo a la vez, me reblandece la bomba hasta la consistencia de las natillas.

Gacela dijo...

Son poderosos, los pequenyajos. Pueden despertar las reaccciones más insospechadas de ternura donde nnca hubieras creído verlas.

Y es imposible no responder a su sonrisa con otra :-)

sacris dijo...

La de cosas que pasan alrededor nuestra y que nos harían sonreir si fueramos capaces de andar sin mirar al suelo.

Me estoy imaginando a toda la sala de epera mirando al bebé jajaja, que caras debian de tener todos pese a la espera, no solo el "orangután" jaja.

1bst