31 enero 2006

Tengo que deshacerme de un Danacol que lleva caducado dos meses antes de que mi padre lo descubra y se lo beba. Y del brick de zumo en el que sólo quedan los posos de la zanahoria y las naranjas. Tengo que llevar los zapatos al zapatero, antes de que me olvide de que el tacón esté roto y me los intente poner otra vez. Tengo que devolver el amplificador de señal que ni siquiera enviaba algo.
Pero como sigo mirando mis nudos, me resulta complicado hacer cosas tan sencillas, aunque sea para evitar pensar un rato. Mi corazón dice 500 cosas contradictorias y mi cerebro se ha colapsado y creo que sólo podría servir para un guiso caníbal. Y lo que me paraliza, lo que me hace mirar tanto enredo con asombro, sé que es miedo.
Mantengo una relación absurda, a distancia y casi sin palabras. Lo hago porque en el momento en que la deje no volveré a saber de él. Le quiero y me da miedo que se vuelva un completo desconocido. Un extraño que me odie. Un nudo que debería desatar y no lo hago, por lo fuerte que es.
Ese miedo a los completos desconocidos a los que he amado han devuelto a una persona a mi vida. La persona a la que más he querido, la persona a la que más he odiado, la persona con la que dejé de sentir el mundo. No sé si tenía una intención oculta, pero me pone triste pensar que alguien a quien he querido me odie durante años y como una curiosa motivación de nuevo año, le pregunté sobre su vida, después de haber desaparecido por completo dos años.
Asi que sin pensarlo, soy la responsable de la madeja que se apelotona alrededor mía, la más grande que haya visto jamás. Está formada por muchos hilos de colores, algunos llevaba años sin verlos. Está el de la esperanza, el de los sueños, el de la ternura, el de la fé y el de un antiguo amor. Y en medio de todos ellos, está el del pánico. No sé si es pánico a creerle, a tener esperanzas en una vida que creía perdida y que todo sea sólo un sueño, o el pánico a aceptar de una forma puramente egoista, porque si le creyera, en lo que dice, en cómo lo dice, tal vez sólo le quiera por cómo me quiere.
De una forma egocéntrica siempre quise que alguien me amase así, que alguien se arriesgara por mí, que yo fuera indispensable... ¿Es el destino? ¿Los bucles de la vida? ¿Me devuelven ahora la felicidad que perdí de tantos meses luchando por y contra él, para que se diera cuenta? Cómo puedo arriesgarme, y cómo no hacerlo.

18 comentarios:

terminus dijo...

Para lo que necesites.

Edu

Anónimo dijo...

Desde luego como os gusta a los gatos jugar con las madejas.

Ahora en serio, lo mejor que puedes hacer es descansar, bajarte el tiempo que necesites del mundo (eso sí, luego volver a subirse cuesta). Y también hacer callar al cerebro (es un instrumento que sólo sirve para solventar problemas matemáticos). Déjate llevar un poco y ver hacia donde conduce todo, porque o si no, estarás remando contracorriente. Todo lo que se fuerza se rompe, y las roturas no son agradables.

Pero vamos, a mi no me hagas mucho caso porque no tengo ningún título de psicólogo y nada de eso, simplemente hablo por hablar.

Tan sólo puedo darte ánimos.

Antonio Martínez Ron dijo...

Haz lo que debas, Catzz, pero sigue escribiendo así.

Aristóteles dijo...

Si que es una situación complicada.

Por un lado, escuchas a tu corazón. Esta regido, controlado por las emociones.
Por otro, tu mente, tu facultad para razonar. Tu mente te dice como buscar una solución a los problemas con una lógica libre de sentimientos.

Ahora te toca usar la coctelera. Mezclar en su debida proporción, mente y corazón.
En mi modesta opinión, necesitamos de los dos para poder llegar a una decisión optima. Y siempre habrá dolor.

dark dijo...

No se que decir asi que usaré las palabras de otra persona.

Hubo un tiempo en que yo me encontraba como tú, periódicamente me sigue pasando, me sentía la persona mas desgraciada del planeta y no podía dejar de comerme la cabeza, me sentía solo y abandonado pero una amiga mía me dió una lección de humildad en tan solo 3 palabras , lo único que me dijó fué "Yo estoy aquí"

Asi que, Yo estoy aquí.

Un beso.

dark dijo...

Bueno, solo que yo no pretendo darte lecciones de humildad, jo, yo es que me explico como el culo.

¡ Ay Darkete, si no sabes comentar pa que te metes !

Aristóteles dijo...

Muy bueno, Dark. Creo que has conseguido la mejor de las terapias, la sonrisa...

Me parto. Menos mal que no estoy comiendo donuts, que si no...

Nepomuk dijo...

A ver... los cheljas creen que cada ser humano tiene la vida y el camino que tiene que tener. Esto es, si algo se vuelve a poner frente a tu nariz, es porque fue un error dejarlo pasar de largo.

Pero bueno...sí... los cheljas también creen que te puedes reencarnar en una piedra.

Gacela dijo...

No sé qué decirte, cattz-ita. Sólo que entiendo ese miedo, pánico, a que alguien a quien queremos nos odie salga por completo de nuestra vida.

No sé manejar ese miedo, sólo te puedo acompanyar en él desde la distancia. Y decirte que dormiré cerca para oírte silbar, si lo hicieras.

Un abrazo.

Gacela dijo...

"nos odie O salga por completo..."

Era eso.

Achab dijo...

Estas cosas se solucionan con una ordalía o juicio de Dios... Mejor cambio de lecturas, ay.

Y no te pongas tristona, doña minina, que no se lo permito.

papa pan dijo...

Haz lo que Alejandro hizo con el nudo gordiano, o bien juega con la madeja, gatita.

Hagas lo que hagas seguro que es lo correcto.

reve dijo...

A mi me asustan esos nudos,esas locuras de no saber qué hacer y tener pánico a equivocarte. Y yo en ellas suelo equivovarme, así que no te puedo decir nada. Ya lo ha dicho Gace, aquí estaremos

Emmanuel dijo...

Escribir de esa manera hace a los Dioses llorar (mentira); de todos modos es un alegre canto a la vida (verdad).

Si estoy a tu altura, "podeís" mirar mi blog e intercambiamos enlaces

Hare Hare Krishna!

Jody Dito dijo...

Fritz The Cattz
Cuando te llamen, tu dices; "¿Quíen es a mi?"

Cuando te pregunten, tu
dices; "¿Perdón,,,?"

Estas contestaciones te darán unos segundos para pensar y así no equivocarte.
A mi me va bien, prueba, total!!

Anónimo dijo...

A tan sólo 9 dígitos de distancia tienes otro amigo.

Para lo que necesites.

Un abrazo :-)

Martin T. dijo...

mi abuela siempre parafraseaba a napoleon.,.,. "vistanme despacio que estoy apurado",...

y yo.. por que abuela...
y ella... por que llegamos tarde al bingo. me esperan las chicas!

y yo, las chicas?
ahi era cuando se ofendia,,, despues no me preguntaba mas que queria de comer... cocinaba lo qu mas odiaba...

con el tiempo aprendi a "no decir"
y ahora como lo que quiero.

Xavier dijo...

Aunque ya sabes lo que dicen:
"Las segundas partes nunca fueron buenas..."

En fin, no todo se rige por las mismas reglas en este mundito, así que tú verás.

Besotes.