El mes pasado fue de esfuerzos. Esfuerzo por ir al curro cuando ya no tengo coche. Esfuerzo por hacerlo mejor cada día, tratar mejor a cada cliente, cometer menos errores. Esfuerzo por estudiar cuando hace 3 años que no miro un libro. Esfuerzo por ir a un examen a pesar de los nervios que me ocasionan. Esfuerzo por pisar mi escuela, jamás pensé que desarrollaría fobia a un edificio.
Martes 13 de septiembre: sale la nota de mi examen y he suspendido. Unas horas antes mi jefa me ha dicho que no hay forma de seguir, las plazas fijas ya están cogidas y octubre será mi último mes. Y me entra la duda... ¿para qué tanto esfuerzo? Por qué intentar ser la mejor en un trabajo donde sabía que no me harían fija, por qué intentar aprobar las pocas asignaturas que me quedan de una carrera que no me gusta...
Hace 3 años perdí de vista mi vida. No sé dónde la dejé, y si la encuentro no sé si la querría de vuelta. Me apetece irme a vivir con mi novio, coger un trabajo donde trabaje 40 horas a la semana y me dé para vivir, un trabajo donde cuando salga desconecte, donde nada se lleve a casa. Mi madre se moriría... ¿trabajar de dependienta en una tienda o algo asi? Uf uf, con la titulitis que tiene, la pobre. De todas formas me da miedo irme de nuevo, porque Castellón no me gusta y porque se supone que es él quien tiene que dar un paso ahora. Y porque cuando estoy lejos me duele el alma sin ver a los mios. Asi que... ¿paro y cambio otra vez, o sigo adelante con algo que no me gusta pero debería hacer? No lo sé.
02 octubre 2005
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1 comentario:
La vida siempre va por si misma girando poco a poco, hasta que se acomoda donde debe llegar, asi que siempre te sucede lo que el destino te predestina, pero recuerda que entre mas oscuro este, más pronto amanece.
Elva*
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