Recuerdo que hace ya bastantes años, en mi época de instituto, andaba por las horas libres con una chavala majísima con un enorme defecto. Estaba obsesionada con las tallas, el físico, las dietas... Con decir que terminé quitando la etiqueta trasera de mis vaqueros Levis(regalo de mi madre por mi cumpleaños, qué bien me conoce que no me regala lo que pido) porque cuando subíamos por las escaleras ella siempre se ponía atrás para mirarla. Vamos, mi talla y la del que se pusiera por delante.
Su comida consistía en una manzana. Y no, eso no era el postre, era toda la comida. Hacía dos horas y media de aerobic y pesas cada día de la semana. Y creo que los donuts debían causarle alergia. Cierto es que la chavala estaba estupenda y que cuando estábamos de viaje fin de curso por Roma media ciudad andaba detrás suya, pero esa vida me parecía muy absurda sólo para atraer chicos, sobre todo porque atraía a chicos de los que no tienen nada en la cabeza excepto un pelo bonito.
Diez años después me preguntó que sérá de ella, si se habrá vuelto loca con tanta tienda y tanta talla. Porque ahora no hay forma de saber comprar sólo fijándote en numeritos, no, ahora te obligan a probártelo todo. Porque en una tienda los vaqueros no pasan de mis trillizos(gemelos) con la talla 44 y en otra aún estoy mirando atónita cómo consigo embutirme en una 36, cerrar la cremallera y respirar, todo en uno. Porque coges una chaqueta vaquera talla L y no te caben las tetas y luego andas por ahi con camisetas XS que te quedan amplias. Y porque calzas un 40 en esta calle y un 36 dos más allá.
Y me pregunto... ¿y para qué carajo sirven las tallas? Si no hay dos sitios que las hagan iguales y a mí me están volviendo loca, que paso de ser anoréxica a tener obesidad con sólo cruzar la calle. Supongo que debe de ser una treta psicológica destinada a despistar a anoréxicas(porque tengo que reconocer que me resulta mucho más desagradable ver un esqueleto andante que a alguien gordo), que no sabrán reaccionar ante ese baile de números y letras.
13 octubre 2005
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2 comentarios:
Di que si, que sobren unos kilitos nuncha vienen mal. Peor es estar al borde de la muerte por las modas absurdas, al menos para mi. Y siendo un poco bestia...asi hay donde agarrarse.
Bueno a mi todavía me sobran unos cinco kilos para decir que me sobran unos kilitos "na mas".
jooooou, con lo adicta que yo soy a la comida-guarreria de cualquier genero!!! no, jamas. existen 2 cosas primordiales en la vida: comida, y sexo. (observese el orden)
si estuvieran reñidas...
apaga y vamonos.
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